- ¿Qué te pasa? - preguntaste mientras mirabas al suelo y jugabas con ese hielo entre tus dedos... se te van a quedar las manos frías pensaba yo...

- ¿A mí? Nada - siempre me pasa lo mismo, cuando me lo preguntas no me atrevo a decirlo... todo eso suena muy bien en mi cabeza pero en voz alta seguro que parece siete mil veces más estúpido... es esa voz de idiota que se me pone cuando hablo de cosas importantes y ese discurso tan bien preparado suena tan raro... y pienso... pero ¿era esto lo mismo que yo oía?

-Mira oye, es que te veo rara- dices mirandome sin pestañear, como si con eso fueras a conseguir regalarme un poco de esa seguridad que tienes en tí mismo, que tanta envidia me da a veces y tanto miedo a la vez.

-¿Rara?No te entiendo - cobarde manera de tirar la pelota a tu campo, para ganar unos segundos más y a ver si tengo la suerte que alguien nos interrumpa, y se acabe esta conversación, que tanto necesito y también aborrezco... si después de todos estos meses no la hemos tenido quizá nunca exista un buen momento para hablar de esto...

Ya se que a veces hago cosas raras, pero como explicarte que ese es mi otro yo, que hace ese tipo de gestos y dice ese tipo de cosas sin consultarme antes, dejándome luego a mí la tarea de dar explicaciones posteriores... es que todavía no has aprendido que a ese yo no le tienes que hacer caso...

- Bueno, quizás me he explicado mal, más bien distante quería decir... fría tal vez - me fijo como sigues moviendo el hielo con tus dedos, como me gustan tus manos, pienso, no te mereces tener unas manos tan bonitas, caradura

- Pues serán imaginaciones tuyas- Intento sonreir para disimular lo mal que me siento pero mi cara siempre ha sido como un libro abierto.


Sé que soy difícil. Que cuando intentas acercarte un poco más te encuentras con un muro y tu mismo te bloqueas... pues me gustaría explicarte que el que dijo que el camino más corto entre dos puntos era siempre la línea recta debía haberse tomado unas copas antes de decirlo... ya sé que no quieres escalar el muro, que no tienes ni tiempo ni ganas... si a lo mejor intentarás rodearlo podrías llegar a ver lo que hay detrás.

Sé que soy difícil. Lo que más me apetece hacer ahora es tirar piedras a tus cristales...

Y si tu ves algo distinto a lo que yo veo... ¿es porque lo que yo te digo también te suena distinto a lo que yo oigo? Nunca te sentaron bien mis zapatos, te quedaban grandes. Demasiado grandes. Que un sí resulta que era un no disfrazado, y un no era tan simple que no dejaba lugar a dudas. Que tener tanta imaginación no es bueno.

Que quieres que te diga, que si los 18 es pronto para empezar a conducir y los 16 para poder trabajar sin que denuncien a tus padres... ¿por qué para jugar con los sentimientos de los demás no hay ni edad ni examen? ¿Que es peor, darle a un niño en plena adolescencia una máquina de matar o tener una capacidad ilimitada, una cuenta sin fondo, para poder hacer llorar a otras personas desde el día que nacemos?

Que si la madre naturaleza es sabia yo no me lo creo. Creo que la realidad es mas darwiniana, hay que aprender a sobrevivir a base de patadas, golpes y pedradas en los cristales, si no quieres que te coman...

0 Comments:

Post a Comment

<< Home