Y A VECES NO ES CUESTIÓN DE SER DOS...

Ayer tuve que comer sola. No es que me moleste especialmente, antes lo odiaba porque sentía que todo el mundo me miraba y se preguntaba por qué nadie se sentaba conmigo, pero me acabé acostumbrando y ahora hasta me gusta.

Me fuí al Rodilla y el problema era que se me había olvidado llevar un libro o cualquier cosa que se pueda leer. Bueno, llevaba un periódico pero ya lo había estado hojeando en el tren y no me apetecía leerlo a fondo. Así que cuando estás en esa situación te pones a mirar y/o escuchar a los de las mesas de al lado, y no es que yo sea una persona cotilla o poneantenas, pero en esas situaciones lo haces sin darte ni cuenta.

De todas formas, la conversación no era muy allá así que empezé a pensar en tonterías como en las horas de mandar un sms. Existen horas normales para mandar un sms, horas raras y horas muy raras. Aunque también pensé lo relativo que era esto porque dependiendo de cada persona una hora puede ser extraña o no. Un mensaje envíado a las 5 de la mañana puede ser raro, o no, si con la persona que los envía tienes tanta confianza que da asco, esa hora se convertiría en normal. O si esa persona suele mandar mensajes a esas horas, lo anormal sería que te lo mandara a las 7 de la tarde. Y si esa persona es algo así como un poco especial pero no demasiado... una hora rara puede pasar a ser "la hora que llevo esperando horas" .

Luego me he fijado en una chica que también estaba comiendo sola y un chico que lo mismo. El chico tenía unos ojos azules de un color tan claro y transparente que me dieron hasta miedo. Parecía que se iba a convertir en lagarto o que le iban a salir alas. Y he pensado que quizás en los restaurantes deberían poner un sistema para que no te puedas sentar en una mesa hasta que no estén todas las demás llenas. Así nadie comería sólo. Aunque con una excepción: la mesa de los AUTOMARGINADOS... que tendría dos funciones:

1) Si tienes un día que estás enfadado con el mundo en general y no te apetece hablar con nadie porque quieres autocompadecerte y hundirte en tu propia miseria, pero tu sólo, pues podrías tener el comodín de la mesa de los automarginados.

2) Si no te gusta la conversación de la persona de tu mesa. Por ejemplo, hay personas con las que no se puede hablar de nada. Cuando me refiero a "nada" digo que hay gente que no entiende como alguien puede lamentar la desaparición de los polos de turrón del mercado entonces para eso prefiero la mesa de los automarginados. O hay personas a las que no les podría contar la historia de los pingüinos de Nueva York que me contó Marta C. de "Tango hace que sea tres", porque no la entenderían o te mirarían con cara rara. Y esque hay personas que si no les hablas de trabajo o de relaciones sentimentales ya piensan que no eres normal. Y esa historia de los pingüinos ya la contaré otro día aquí, ahora no me apetece. Y si son personas que rellenan los formularios bien a la primera y no se equivocan tres veces como nos pasa a Yolanda y a mí, pues tampoco me interesan. Y si no pueden hablar de todo eso, prefiero la mesa automarginal. Porque para hablar de un pingüino o de un polo no hace falta conocerse ni un poco.

8 Comments:

Blogger Thiago Forrest Gump said...

Dormir é muito bom, quem não quer!?

5:55 AM  
Anonymous Anonymous said...

Pues sí que es verdad... ya te dije una vez que no todo el mundo es capaz de hablar sobre los viajes de las ideas... ay qué pena!
M.

11:51 AM  
Anonymous Anonymous said...

Pues a mi me parece mucho más interesante hablar de Tango y sus papis o de tus polos de turrón, que de un aburrido trabajo de oficinista!!!

marty

3:32 AM  
Anonymous Anonymous said...

yo quiero que me cuentes la historia de los pingüinos, ¿en el rincón con unos pimientos?
Recuerdo que una vez cuando iba de vacaciones a un pueblito de Valencia paramos en Xijona y mis padres compraron helado de turrón artesanal en una empresa pequñita de turrón, seguro que aún lo venden.... voy a buscarlo en internet

4:03 AM  
Blogger @ra said...

Vale. Un dia te cuento la historia en el rincon con unos pimientos!!!

De todas formas la voy a poner aquí

Pues el helado de turrón sigue existiendo pero los polos no, eso es lo q ya no hacen...

6:40 AM  
Anonymous Anonymous said...

¿¿tienen que ser polos de turrón?? Vale, a ver qué encuentro

7:09 AM  
Anonymous Anonymous said...

a mi me gusta imaginarme la vida de las personas, qué hacen, en qué trabajan....... y si no cuando vas en el tren y en el metro me da por mirar los zapatos, esa es una manía que me ha pegado mi novio.

8:56 AM  
Blogger danonino said...

La historia de los pingüinos suena interesante. Además si te lo contó Marty (y me imagino el estado anímico de la susodicha), debe estar muy bien.

Y lo de comer solo, mola, así no discutes con nadie, te sientas, engulles y a la calle...a mí como las sobremesas no me gustan mucho...

3:33 AM  

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